jueves, 14 de junio de 2012

Glaciar



En 2006 realicé un viaje a la Patagonia, donde conocí el Parque Nacional de los Glaciares. Debo reconocer que no estuve especialmente interesado, ni mucho menos embelesado por estos colosos de hielo, aunque reconozco el pavoroso repeto que merecen. Varios años después del viaje, fue la lectura de Borges y su poesía intelectual, frecuentemente referida a objetos, lo que me hizo tomar la tentativa de estos versos, quizás como forma de ejercicio, ya que desconozco el mérito o el valor que puedan tener. A mi modo de ver, mis versos son ejercicios, nada más.


 Allá lejos un nido de petreles
En el alba planean los albatros
...

Cuando cambia el viento
y se enfría el tiempo
una brisa me seca el rostro
y en un instante incierto
saca vapor a mi aliento.

Oh glaciar de las eras
milenarias que cuentan los años
como granos de arena,
desde que el mundo es mundo
tu ciclo perverso nuevameamente
al orbe entero condena.

En algún momento del pasado,
con aliento frío he divisado
en las altas latitudes australes
un avance de hielo arrastrado,
un castillo con torres de cristales.

En algún futuro de hambruna
una vez más habrás cubierto
la selva tropical y los desiertos
del Sahara y de la Puna.
Manto blanco no eres otra cosa
que el gélido reflejo de la luna

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