domingo, 24 de febrero de 2013

Sobre La Invención de Morel



Anoche, con unos amigos, discutía acerca de la posibilidad de una conciencia intangible, de una existencia humana independie del cuerpo. Mi formación me lleva a rechazar esa posibilidad, en principio porque no ha sido probada la existencia de identidad alguna fuera de la materia. Por casualidad, hoy, al terminar la lectura de La Invención de Morel, lo que me quedó como idea capital de la novela es la idea que provoca el aparato de Morel sobre la existencia humana, sobre la identidad. Un aparato que no sólo tome nuestra imagen, como la fotografía, sino cada partícula de nuestro cuerpo, y la reproduzca, al fin y al cabo ¿termina "clonando" al individuo? ¿Termina el individuo sintiendo que está en su copia? ¿Termina reproduciendo un cuerpo pero sin vida, sin identidad?

Reflexiones menores sobre la novela: Uno es el recuerdo de la afición de Bioy por la fotografía, y otro es el prólogo dudosamente honesto y aparentemente condescendiente de Borges al calificar la novela de "perfecta". Si me equivoco, La Invención de Morel puede rayar la perfección por su brevedad, lo que resta lugar a los pantanos que provocan la extensión de las grandes obras. Por otra parte Borges era celosamente amigo de Bioy, por lo tanto, no creo que se haya atrevido a intentar otra cosa que un halago en el prólogo. Lo mismo habría hecho con Silvina Ocampo. 


 25/2/2013

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